EN ENTREVISTA CON LA DIRECCIÓN GENERAL DE BIOSEGURIDAD E INOCUIDAD ALIMENTARIA

La Dirección General de Bioseguridad e Inocuidad Alimentaria (DIGEBIA) viene de lanzar la campaña «Evitemos que pase», una nueva estrategia de comunicación que busca generar conciencia en la población sobre los riesgos que conlleva para la salud, el medio ambiente y la producción nacional, el ingreso irregular de productos no permitidos.

A propósito de esta campaña y de la responsabilidad que tenemos todos los ciudadanos en colaborar con la prevención, conversamos con el Dr. Andrés Salvo, Gerente de Barreras Sanitarias y la Ing. Agr. Virginia Guardia, Directora de DIGEBIA.

¿Cómo se define la BIOSEGURIDAD desde la perspectiva del control sanitario?

A.S. – A veces, sin darnos cuenta, cuando se realiza un ingreso al país de determinadas mercaderías, podemos poner en riesgo la salud humana, el medio ambiente o la producción nacional. Por ejemplo, si ingresamos una semilla, una planta o una especie animal exótica  se pueden llegar a convertir en plagas. El concepto de bioseguridad apunta a eso. Es un tema que trasciende a los aspectos aduaneros o fiscales del comercio internacional, pero que está íntimamente ligado a la economía del país.

V.G. –  Si nos apegamos a la definición la BIOSEGURIDAD es la seguridad para la vida. Involucra  aspectos súper amplios como inocuidad alimentaria, sanidad e impacto ambiental. Cuando hablamos de sanidad, no solamente nos referimos a evitar las enfermedades sino a los tratamientos para esas enfermedades, los antibióticos, vacunas. Todo eso es un ámbito que forma parte de la bioseguridad. Desde el MGAP, se definen  qué productos presentan un riesgo y, nosotros desde Barrera Sanitaria, lo que  hacemos es  identificar esos productos y controlar su ingreso al país en determinadas condiciones. Pueden ser productos de origen animal, de origen vegetal y otros productos de uso agropecuario como los agroquímicos o los específicos veterinarios.

¿Qué busca la campaña Evitemos que pase?

V.G. – A nivel de la población el concepto no está del todo integrado, entonces desde el Ministerio nos empezamos a preguntar ¿en qué momento estamos comunicando? Y la respuesta fue, que la comunicación hacia la población estaba ocurriendo de manera tardía.. Si bien el concepto de la salud y la seguridad se ha acercado mucho a la población, en parte también tras el efecto de la pandemia, todavía hay una distancia, una falta de conexión en el hecho de que el problema lo puede traer ese producto que ingresa informalmente al país. Entonces nos propusimos ir por algo más, algo diferente que apunte a la prevención y a generar un cambio cultural.

A.S.  Los esfuerzos y la presencia del Estado no, tiene que ser atomizada sino articulado. Por eso esta campaña busca dar un paso más en generar una conciencia «pre frontera», que para todas las partes intervinientes, el estado, los intermediarios y los usuarios es más beneficioso. Cuanto más información tengan las personas  de los requisitos que existen sobre determinados tipo de mercadería (sea para ingresarla directamente, sea comprando a través de una tienda on line), esa información facilita el trabajo de todos, evita incomodidades y costos innecesarios para toda la cadena. Cuando tenemos que rechazar el ingreso de un producto, muchas veces la gente se va enojada, porque lo retrasan en frontera, o porque le sacan el recuerdo que se trajo para regalar y eso es todo un mal momento. Entonces «evitemos que pase» también refiere a evitar esas situaciones y malos momentos.

V.G. – Cuando definimos esta campaña nos enfocamos en generar los contenidos y en buscar socios que se sientan afectados por estos controles que hacemos, o sea que la campaña, al final del día, les resuelva o les ayude a resolver algo. Y cada organización puede aportar desde su lado para amplificar la campaña, como a través de este contacto que nos realizan.

Muchas gracias por esta oportunidad. Desde FACAL estamos convencidos que la clave está en la articulación del trabajo de los distintos actores que intervienen en estos procesos. Más allá que el rol del control recaiga en un organismo, las organizaciones debemos plantarnos desde un lugar responsable y cuidadoso con nuestro entorno y trabajar de manera colaborativa para fortalecer la cadena.